Este año hemos decidido que tras el parón parto-bebé-pandemia, retomaríamos eso de salir de vez en cuando a jugar fuera de Madrid, como antaño hiciéramos esporádicamente en La Coruña, Zaragoza, Málaga o Pamplona.
Marta, Enrique y yo, nos hemos apuntado a la liga nacional de tripletas AECB. Esta competición, está formada por tripletas de toda España, y se divide en 2 fases, una de grupos, en la que por afinidad geográfica se enfrentan tripletas en zonas de Madrid, Andalucía, Aragón y Comunidad Valenciana y una segunda fase final, con las tripletas clasificadas a jugar en Madrid.
El sistema de juego en la fase de grupos, es de todos contra todos, y en cada enfrentamiento 2 partidas, en una de ellas cada miembro juega contra un miembro de la tripleta contraria, y en la siguiente partida, contra otro miembro distinto. De los enfrentamientos se obtiene la puntuación como sigue:
- Tras la primera partida -> 2 Puntos para la tripleta que haya ganado más enfrentamientos individuales y 2 puntos para la tripleta que haya tirado más bolos
- Tras la segunda partida -> 2 Puntos para la tripleta que haya ganado más enfrentamientos individuales y 2 puntos para la tripleta que haya tirado más bolos
- Por último, se suman los palos tirados sin hándicap, y se lleva 4 puntos el equipo cuyo scratch haya sido mayor.
Una vez concluido el enfrentamiento contra una tripleta, se cambia de rival y el mecanismo se repite.
Pues este fin de semana nos ha tocado jugar en Torrelodones, y allí estábamos a las 7:45 de la mañana del sábado, en un tugurio de mala muerte en Torrelodones. Sí, habéis leído bien, tanto la hora como la ubicación, gente que desde Las Tablas y desde Alcorcón, adecuaba sus horas de sueño, para llegar de noche a un bar con calefacción ambiente (el de la calle), con un camarero que venía de empalmada, unos churros, que parecían los de la cocina de juguete de mi hijo, y unas porras, que en mi pueblo son barquillos.
Cuando una vez desayunados llegamos a la bolera, el resto de equipos estaban ya allí desayunando churros y porras de cuya existencia no teníamos noticias. Intentamos abstraernos para no pensar que los augurios eran pésimos, ya que nos quedaba todo el sábado y el domingo de competición.
El sábado, jugamos 4 enfrentamientos, 2 antes del brunch y 2 durante el horario de la comida de cualquier humano que se precie.
La jornada vespertina, se nos dio bien…con matices, jugamos contra dos rivales, los Prendas e Isbylia.
A los primeros, les ganamos por 10 a 2 al igual que a los segundos, sin embargo, las puntuaciones eran engañosas para el nivel que estaba mostrando el equipo en su conjunto, ya que en ambos casos, rascamos los palos por escasas unidades. De hecho, nos fuimos segundos al brunch, con la 2ª o 3ª media del grupo por abajo.
Llegada la tarde, si bien empezamos más o menos como terminamos, en la segunda partida del primer enfrentamiento, parte del equipo nos vinimos un pelín abajo y ya no conseguimos remontar hasta la mañana siguiente (si por remontar tomamos por bueno el mero hecho de jugar por encima del nivel que mostramos en The Last Trees hará 10 años o más).
Previo al primero de los 3 roscos que nos iban a caer este finde, ganamos el primero de la tarde por 8-4, sabiendo que habíamos perdido los palos de forma vergonzosa.
Durante el final de la tarde y los dos primeros enfrentamientos de la mañana del domingo, conseguimos los mismos puntos que los sumados en las 4 semanas anteriores en las que aun no había empezado la liga y por ende, no se podía sumar nada.
Relegados al descenso directo en la clasificación, conseguimos levantar la moral del equipo y sacar 12 puntitos más que nos dejan en la pomada, contra los que estaban aun más atrás que nosotros.
El fin de semana ha sido muy divertido e incluso me atrevo a decir que emotivo, ya que hacía tiempo que no sentíamos esta sensación de jugar campeonatos por equipos a nivel nacional, que sean distintos a ir una vez al mes a jugar liga madrileña.
Me he dejado la guinda del pastel para el final.
Ese es el sello de un campeón, el alma mater de siempre en el equipo, el que por mucho que no se lo crea y que nos quiera convencer de lo contrario, es el que más potencial tiene y el que cuando está bien, da gusto verle jugar. 2236 Palos tirados en una serie de 14 partidas, >190 de media. Enrique eres el puto amo de esto (ya lo sé, queda feo, pero es por si un generación Z leyera esto porque se ha equivocado de web, que sepa de lo que hablo).
Felicidades Campeón.
Próxima cita, Enero en Dos Hermanas (Sevilla) y ya con ganas de pasar otro finde con vosotros.
Besote a Marta y abrazos a ellos.
Carlos.
Muy buenas.
ResponderEliminarEn su día nos apuntamos a este torneo (o al menos con formato similar). Pero llegó la señora pandemia y nos quedamos con la miel en la boca.
Ahora, nos resarcimos, y podemos comprobar lo interesante que puede ser o no.
Para empezar, siempre es agradable el jugar en un fin de semana contra 7 equipos diferentes, incluidos algunos de fuera de nuestra ciudad.
En nuestro caso, fue como un parque de atracciones, en algunos momentos estábamos arriba de la montaña rusa, y en otras, parecía que bos estampábamos contra el suelo.
En conclusión, estuvo entretenido, buena compañía, seguimos con opciones para cuando vayamos a Dos Hermanas, y aprendiendo a jugar en pistas que se van secando muy rápidamente.
En cuanto a lo que dijiste, Carlos, sobre mí, vargamerseñó!! Lo cuentas como si hubiera jugado a 240 de media jajaja
Me pude adaptar mejor por mi forma de lanzar, por mi envergadura, pero no es nada del otro mundo. Te agradezco igualmente el halago, majo!!! Jijiji
A seguir jugando, disfrutando, mejorando... y todo eso está asegurado jugando con vosotros.
Un beso para Marta y un saludo cordial para el presidente en la sombra (en alusión al nombre del equipo).