Comencemos el 2023-2024

¡¡¡Hola a todos!!!

  Un añito más aquí estamos, a pelear por lo que nos dejen o a por lo que nos corresponda, porque año a año se van consiguiendo cositas, y los que nos ven ya ganados por principio, se están quedando sin argumentos.

  Resulta que un día te acuestas y eres muy malo porque se te caen los bolos y al día siguiente te encuentras jugando en división de honor, sí, como lo leéis.

  El mero hecho de mantener la categoría el año pasado y que todos los que quedaron mejor colocados en la tabla que nosotros, ya tuvieran representación de su club en la máxima división de la Liga Madrileña, hizo que subiéramos nosotros, dejando en primera a gente de 200 de media e incluso futuribles de la selección madrileña.

  Primera jornada, domingo 8/10 a las 9 de la mañana en X-Madrid Alcorcón, mi mujer Marta, Juanillo y un servidor, fuimos a defender el fuerte de la manera que hacemos siempre, compitiendo hasta donde nos llega nuestro nivel y sin perder la sonrisa.

  Primer rival, recién ascendido también, nuestros amigos de Magerit, con su capi Ricardo al frente.

  Nosotros que nos habíamos preparado la pretemporada como de un buen Pin Ocho puede esperarse, sin tocar una bola de bolos desde junio, empezamos las bolas de calentamiento dando gracias de poder sostenerlas aún.

  En mi caso, mi primera bola de prueba, me vino bien tirarla en la última pista del recinto, porque entre que me di un bolazo en la pierna, y apunté a la zona que se encuentra entre el carril derecho y el chino adyacente a la bolera, me da que si no es por la pared, derribo bolos de la pista de al lado.

  Pasado el periodo de práctica de rigor, (no el de alguno de nosotros), comienza la primera partida:

Mientras que Marta se iba reponiendo del parón veraniego a su ritmo, seguía siendo fiel a sus guarismos habituales, si acaso con una dispersión en cuanto a dirección algo mayor de lo que nos tiene acostumbrados, pero como remataba como siempre, al final sus 153, muestran que cuando Martirio se va, es para volver.

Mis tiros de práctica más que mi calentamiento, fueron el preludio de lo que estaba por llegar. De los 5 primeros cuadros fui incapaz siquiera de cerrar uno. 39 Era mi flamante puntuación en el ecuador de la partida.

El espíritu del Saturday night de la noche anterior, se estaba convirtiendo en el espíritu Sunday y sobrevolaba un récord de equipo, pero en este caso, bastante vergonzoso.

Sólo por la imagen del club y por mis compañeros, empecé a tirar con todo lo que me permitía mi cuerpo y aunque no fui capaz de hacer un pleno en condiciones, sí logré enlazar unos pocos remates que me auparon hasta los 146, que visto lo visto era como un postre gourmet a mi partida.

Mención aparte tiene Juan, el cual no entiende de parones y tal como dieron la señal de salida, empezó a repartir estopa con un pleno tras otro para sacar los 2 primeros puntos del equipo de este año, con un 196. Eso es un comienzo, ¡sí señor!

  Primer trago superado, 4 a 2 que no está nada mal.

  Los siguientes 30 cuadros, se desarrollaron así:

Juan se vistió de humano y tras su comienzo arrollador, marcó un 142.

Yo, con la caraja aun encima, incapaz de hacer dos plenos seguidos, seguí con un 153, que dentro de lo malo, me sirvió para rascarle dos puntitos a Joaquín, el cual tuvo una partida aun más complicada que la mia.

Ahora la killer del grupo era Marta. Jugaba contra Aitor, que cuadro que pasaba, X que pintaba, para un 245 final. Pero eso no quita para que el 182 de nuestra compañera, se quede en anécdota, porque comprenderéis porqué es la más regular del equipo, tarda nada y menos en hacerse a cualquier situación, por muy difícil que sea el rival.

  Segundo asalto, 8-4.

  Última partida individual, si queremos tener alguna opción, debíamos rascar algo más en esta, pensábamos para nosotros:

Marta cansada de la exigencia de su rival en la partida anterior, pagó ese nivel de concentración y bajó hasta los 137.

Juan con 158, empató su partida con Ricardo, gracias a un pavo final de éste tras ir abajo toda la partida, pero todo lo que fuera sumar estaba bien

Esta vez fui yo el que tras los tiros de práctica y las dos primeras partidas empecé a jugar algo mejor, y entre eso y la suerte que necesitas en una partida de este tipo, gané los 205 de Aitor, con un 239.

  Tercer asalto, 11-7

  Quedaba la partida que enfrenta a las tripletas, y donde yo creo que históricamente más guerra hemos dado a todos nuestros contrincantes.

  Dado que la diferencia de palos era insalvable y la victoria ya no era una opción, ganar esta partida, hacía que la sangría entre ambos equipos en la clasificación fuera mínima.

  Los 178 de media de nuestros contrincantes, no era mala marca para llevarse los puntos, sin embargo, como es preceptivo, todos a tirar del carro, y entre el 160 de Marta, los 190 de Juanillo y los 220 mios (que continué con la rachilla de la partida anterior), nos hicimos con los 4 puntos, que sumado al total dibujaba un 11-11 en el marcador.

  Los palos finales, darían la victoria a Magerit por 13-11.

  Más que digna nuestra puesta en liza en la máxima división y con las pilas recargadas para dar un disgusto a cualquiera que se descuide.

  No me queda más que decir y no me importa lo más mínimo repetirme, jugar en Pin Ocho es un placer, por mentalidad y sobre todo por su gente.

  Un abrazo para ellos y un besito para Marta.

  Carlos.