Días de fiesta

  Muy buenas a todos:

  ¿Os acordáis hace 4 meses cuando os contaba aquello de "Mal trago en el camino"?, en donde hablaba del gran susto que nuestro compañero Enrique nos había dado, tras sufrir un accidente de tráfico?, pues bien, este fin de semana pasado, con motivo de la celebración del 7º  Torneo Galaxy, valedero para el circuito nacional, nuestro compañero volvió a las pistas.

  Como podréis comprender, la clasificación de nuestros miembros al lado de esta noticia, carece de interés alguno, si bien os diré, que al no tener hándicap en dicho circuito, sabiamos de antemano, que al igual que sucederá (por lógica, que nunca se sabe) en el siguiente torneo nacional, ninguno se clasificó para la final.

  Todos los compañeros, no cabíamos de gozo viendo a nuestra estrella volver a las pistas. Tras las bolas de claentamiento, muchas miradas cómplices se cruzaban entre nosotros, a sabiendas de la sorpresa que con todo nuestro cariño, los miembros del equipo "A", y alguno de sus hermanos, le habíamos preparado.

  Habíamos hablado con los miembros de la bolera, para que hicieran el favor de permitir que Enrique, fuera el encargado de lanzar la primera bola válida de la serie, para después recibir, una ovación de todos los compañeros de afición presentes en la sala y un insignificante pero emotivo presente.

  Ni corto ni perezoso, aunque por dentro una parte de él decía "tierra trágame", otra parte tiró de profesionalidad, y pasándose la presión del momento por el Arco del Triunfo, se calzó un pleno, lo que convirtió un simple aplauso generalizado en una ovación.

  No ha tardado mas que una bola en demostrarnos lo que ya sabiamos, que es un ganador nato y que viene con las pilas cargadas de nuevo a ejercer de lo que mejor se le da, de líder del equipo, de donde nunca se tuvo que ir y menos por ese motivo.

  Sabíamos que era cuestión de tiempo, pero no pensábamos que sería tan "poco". 6 Partidas, necesitó para pasar la barrera psicológica de los 200 (aplauso).

  Enrique, me alegro que estés de vuelta por dos motivos, por el personal, porque álguien como tú no se merece nada malo y menos un accidente de ese calibre, pero también por el deportivo, ya que tú haces el papel de líder mucho mejor que yo, al no poderte nunca la presión, así es que, a partir de este momento, te entrego el cetro y ale, a tirar del carro como sólo tú sabes hacerlo.

  Un abrazo enorme.

  Carlos.