9ª y 10ª Jornada de la Liga Madrileña

  Esta mañana, a eso de las 7:15 am, y con el gusanillo en el estómago por lo que nos jugábamos en la jornada doble de hoy, me despierto para presenciar un bonito combate entre dos archivos ejecutables de mi cerebro:

- A un lado, con gallumbos negros y baba colgante, con un peso de más de 30 MB, la aplicación ¡Dónde coño vas!, que al clickearla resetea el despertador y emite unos sonidos de relajación para seguir sobando como de un buen domingo lluvioso a esas horas se espera.
- Al otro lado, con polo de Pinocho con su nombre (por si me pierdo), zapatos de Miliki y muñequera de artrósico, con un peso de 5 Bytes, la aplicación ¡A por el ascenso!, el cual sube el volúmen del despertador y emite sonidos de bolas de bolos rodando y bolos cayendo, para que el mono te supere y te levantes escopetado para Sanse.

  El combate no ha tenido color, (esto debido a que ni siquiera había subido la persiana), y teniendo en cuenta la ligereza del segundo frente al primero, en dos quiebros lo ha precipitado a la papelera de reciclaje.

  Total, tras la ducha, he llamado al Ayto para que me hiciera el favor de abrir la calle y poder meternos en el coche de Mika, (por cierto, en su combate casi gana el de los gallumbos...) para piramos a Sanse a desayunar.

  Al llegar a la cafetería le pregunto a la dependienta, que qué bollos tienen para desayunar y ni corta ni perezosa me dice: "Sobao"...Lo primero que se me pasó por la cabeza, fue un "¡tu padre!" pero teniendo en cuenta la cara que debía tener, tampoco la culpaba.

  Como os podéis imaginar, más de lo de siempre, hoy había un plato con churros y porras en el centro de la mesa, que he tenido que hablar con los de al lado, porque a los de enfrente no los conseguía ver. El largo, con aquéllo de que si nosotros tenemos 8 metros de intestino él lleva 12, lo ha querido acompañar a su vez de una tosta. 

  Una vez contentados los estómagos, nos vamos a Alegra. Hoy tocaban los cuartos (no toméis las uvas aún) y los quintos (no me refiero a los soldados de la base sin experiencia), los que nos persiguen en la lucha por el ascenso. Hoy no era el día para cagarla, y todos lo sabiamos.

  Tiros de prueba y las primeras sensaciones no son malas, la lástima es que eran las primeras, porque cuando empezamos lo serio...la mayor parte no estábamos a gusto con el patrón, salvo Mika, que se estrena en la primera ronda con la partida más alta de la jornada, un 222, mientras que Marta, Paco y yo, dábamos síntomas claros de que "cómodos" no era el adjetivo que mejor nos definía en esos momentos, así con un 155, 158 y 159, nos dejamos 2 puntos de Paco. 6-2 Para Pin Ocho.

  Segunda ronda, más de lo mismo, Mika 178, y Enrique -que había entrado por Paco-, Marta y Carlos, 168, 138 y 133. Sorprendentemente, Marta y yo perdemos nuestros enfrentamientos, y los otros dos ganan, por tanto, 10-6 en los individuales, y lo que es más importante, un colchón importante de palos, que a simple vista, se me ocurre que la primera partida de Mika tuvo algo que ver.

  Turno de las parejas, Decidimos poner a los que tiran más de 135 palos, para ver si hacemos algo decente, por lo tanto Paco y Enrique por un lado y Marta y Juan por el otro. Todo el equipo entre 140 y 162, tan sólo Juan y Marta consiguen ganar.
  Entro yo, viendo que mi ridículo se acentúa menos con puntuaciones de ese calibre, y sustituyo a Marta. Me calzo un 131, como los grandes, y los 170 de mi socio no llegan para cubrir mis gastos. Enrique y Paco, tampoco lo consiguen.

  Un 18-14 a favor de Piratas marcaba el luminoso, pero gracias a los puntos de los palos, empatamos a 18, resultado genial para nuestras aspiraciones ya que conseguimos mantenerlos a la misma distancia.

  Ipanema, que de reojo estaba vigilando qué haciamos, nos esperaban afilando los sables de guerra dispuestos a darnos "pal" pelo, (cosa que no veía con malos ojos en los tiempos que corren, en los que un bote de champú cuesta casi tres euros). A ver si el cambio de pistas, nos hace jugar mejor a las rémoras minusválidas del equipo, que contra piratas ha habido más de una.

  Enrique descansa en un pucherazo de sorteo en el que curiosamente no salgo damnificado, y quitando Paco, con 192, el resto seguimos en unos guarismos discretos (por llamarlos de forma educada). Marta y Paco consiguen sus puntitos y mantememos el empate a 4.

  Sale el detritus del equipo y entra el largo, que con el cambio de pista y con el descanso, entra sabiendo que no le van a toser, 213. Paco se nos desinfla, pero Marta y Juan acompañan a Enrique en la recolecta de puntos. 10-6, Renta que nos daba algo de relajación y aunque no nos aseguraba una debacle de resultado, sí que nos dejaba con buenas sensaciones para los emparejamientos.

  Me dejan volver a entrar por aquello de que les desgrabo y porque Mika se nos iba a currar, así es que Paco, Enrique, Marta y yo, teníamos que batirnos en duelo contra Ipanema en las parejas.

  Enrique y Paco por un lado y la extraña pareja por el otro. Marta se nos viene abajo en esta y si esperaba que yo, hoy, fuera el que tirara del carro por los dos, iba lista. Palmamos mientras que el Gigante y Paco hacen su trabajo. Una chispa de mala suerte para la siguiente ronda, hace que Marta y yo perdamos por dos palos, pero el Gigante y Paco, que son como la madera de roble, seguros, seguros, se la lían a los ipanemeños.

  Los palos, con 2 doscientos de Enrique, también nos los llevamos para un total de 22-14. Quintos clasificados, que no sólo no nos recortan, sino que los sacamos más ventaja.

  Hoy era un día importante como os comenzaba diciendo en esta entrada, las sensaciones al principio, no eran muy buenas, la mayor parte de nosotros no encontrábamos nuestro sitio en la pista, pero unos un poquito más, otros un poquito menos, hemos trabajado con oficio, sin lujos, sin excesos (por supuesto salvando los 3 doscientos de hoy), pero hemos luchado como titanes por no perder comba en el marcador, y mantener nuestras opciones de ascenso intactas (o habiéndolas aumentado incluso).

  Hay días para disfrutar, porque se nos da bien el día y todos nos vamos con medias excelentes a casa, y días en los que toca sufrir. Es en éstos, en donde hemos demostrado no venirnos abajo, y mantener el tipo. Hoy ha sido una muestra excepcional de garra, que podría haber sido una debacle curiosa, y de la que hemos salido airosos. MUY GRANDE el resultado de hoy chic@s. Mi más sincera enhorabuena.

P.D. Prometo tirar más de 145 de media el próximo día que nos juguemos algo importante (146, 147, no sé, algo mejor...)